Ya sea que estés pasando por una crisis personal (emocional, existencial, de salud, económica, espiritual, profesional, incluso intelectual) o que te encuentres en medio de una crisis colectiva (política, social o por los desastres naturales que se han manifestado en estos últimos meses) hoy quiero que sepas que, a pesar de toda turbulencia, miedo e incertidumbre, tú tienes la capacidad de permanecer en paz, en tu “contexto de maestría”.
En acompañamiento emocional llamamos “contexto de maestría” a ese momento en donde, no importa cuál sea la situación o el conjunto de circunstancias que la rodean, tú te sientes con las habilidades y la destreza necesaria para, utilizando tus talentos, dar soluciones, mantener una actitud positiva y vivir en paz disfrutando de la vida.
¿Sientes como si de pronto el mundo estuviera conspirando en tu contra?, ¿por más que quieras y hagas no consigues sentirte tranquila y en paz? Escuchas a la gente que te quiere decir: “ten fe”, “conecta con tu centro”, “no pierdas la esperanza”, “tranquila” y te preguntas ¿cómo le hago sintiéndome así tan preocupada?
Preocuparte, como lo dice la palabra en sí misma, es lo que pasa antes de ponernos en acción, es decir lo que sucede antes de ocuparnos. Es justo en ese pingponeo de la mente entre “me ocupo y no me ocupo”, “resuelvo y no resuelvo” que tendemos a sentirnos inquietas, nerviosas o incluso hasta angustiadas.
No te asustes, es un estado 100% normal, válido y hermoso pues si te pones a pensar, en realidad es increíble cómo nuestro cerebro nos envía una señal para avisarnos que hemos madurado y es momento de hacer ajustes internos para reflejarlo.
¿Pero cómo regresamos a nuestra paz?
Regresar a nuestro “contexto de maestría”, va más allá de repetirnos una frase bonita que encontramos en internet, es convertirnos en la frase misma.
¿Cómo? Haciendo nuestro trabajo todos los días para abrirle la puerta de par en par a nuestro poder. Revisando de forma profunda para ver si lo que hemos declarado en el pasado está siendo funcional para nosotras en el presente. Como lo escribí en el artículo "Declaraciones funcionales" ellas te limitan o te impulsan para crear nuevas posibilidades. Reconectando con nuestro propósito y reconociendo nuestros talentos.
Vivir en “contexto de maestría” es entonces, un compromiso y un acto de confianza. Compromiso con nosotras mismas para soltar lo que no nos funciona, confianza en nosotras para aprender y confianza en que lo que sucede es perfecto y que estamos sostenidas por algo mucho más grande.
Tú tienes la capacidad de hacer de cada experiencia una gran oportunidad para reconocer, crecer y aprender. Como dice Marisa Gallardo, creadora de Letras con Alas, “Lo que nos marca en la vida no es lo que nos pasa, es lo que hacemos con lo que nos pasa.” Mi pregunta para ti es ¿qué vas a hacer entonces con esto que está pasando?
Es nuestra responsabilidad resolver primero los conflictos de nuestro mundo interior para luego salir y adoptar hábitos que creen más paz en nuestro mundo exterior.
Recuerda que tus palabras son fuente de inspiración para otras mujeres que buscan y comparten herramientas para el diseño de un mundo más amoroso. Así que te invito a compartir en los comentarios ¿cuáles son tus hábitos de paz que te están ayudando a superar esta crisis mundial?
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