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El dolor se trasciende con el corazón, no con la mente.

Enfrentarte a situaciones inesperadas y nada agradables para el corazón, como puede ser: el término de una relación, la muerte de un ser querido, el descubrimiento de una infidelidad, algún robo de cualquier tipo, la violación de tus derechos, maltrato físico y/o emocional o incluso una pelea simple pero con mucho carácter (de esas que duelen en lo profundo del alma) desde la mente no sólo pone en juego tu paz mental sino que te aleja de la posibilidad, de sanar tu dolor, trascender la situación y comenzar de cero.

¿Te has dado cuenta cómo cuánto más te aferras a encontrar una razón lógica o algo que te diga o te demuestre que tú estás bien y los otros están mal más grande se va volviendo la maraña de pensamientos y con ella tu sufrimiento? Cuando nos enganchamos con la necesidad de encontrar respuestas, preguntándonos hasta el cansancio el por qué de las cosas, pareciera como si nuestros pensamientos se comenzaran a pelear por lo bueno/ malo, bonito/feo, justo/injusto, etc. Esto, en acompañamiento emocional es lo que llamamos mente dual.

La mente dual es una mente separada del amor, condicionada por creencias sociales y morales, es una mente que desea que tú elijas entre una cosa o la otra, es una mente en la que perder o no tener la razón no es una opción.

Cuando operamos nuestra vida desde ese lugar nos desenfocamos del aquí y del ahora, dejamos de disfrutar de nuestro día a día, nos sentimos frustradas, desilusionadas, agotadas y en la mayoría de los casos bastante estresadas, preocupadas y angustiadas por creer que no podemos manejar todo lo que está sucediendo en nuestra vida.

Sin embargo, hoy quiero compartirte que antes de llegar a este punto o incluso ya metidas en la maraña del pensamiento tenemos la posibilidad de actuar; regresar a nuestro poder para trascender la situación y comenzar de cero.

¿Cómo? Con estos dos pasos, que aunque parecen simples, requieren de trabajo diario. Primero, separa los "hechos" (lo que sucede de forma neutral y que todo mundo puede ver) de las "interpretaciones" (las historias que te haces sobre lo que sucede) y después aléjate completamente de las conversaciones de bueno/malo, bonito/feo, justo/injusto, tengo la razón o esto no debería ser así.

Lo que sucede es que cuando ponemos etiquetas comenzamos a encontrar argumentos que justifiquen nuestra historia y esto crea un tono emocional que se convierte en energía dentro de nuestro sistema. Y aunque podemos tener la razón desde un punto de vista social y moral de lo que sucedió, lo que sucedió es la realidad entonces no tiene sentido ponerle título de bueno o malo y cargarlo todo el día ¿me explico?

No quiero decir que con esto automáticamente te vaya a dejar de doler, el dolor es inevitable, pero si dejas de ponerle una clasificación a todo y logras ver lo que sucede más allá de tus juicios, el hecho perderá su poder sobre ti; bajará a tu corazón, comenzarás a ver más posibilidades, comprenderás con más claridad el para qué sucedió y así trascenderás tu dolor y te regalarás la oportunidad de comenzar de cero ¿estás lista?


Cuéntame tu experiencia ¿qué situación requiere que veas fuera de la mente dual?

Namaste querida.

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